La Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (AEEVH) ha desarrollado algoritmos de elaboración propia consensuados con expertos de primer nivel nacional para establecer criterios de abordaje de las úlceras de miembro inferior de mayor prevalencia clínica que son las venosas, isquémicas y las de pie diabético.

Algoritmo de abordaje de las úlceras de origen venoso

Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014
Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014

 

Algoritmo de abordaje de las úlceras de origen arterial

Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014
Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014

Algoritmo de abordaje de las Úlceras de origen neuropático

Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014
Fuente: Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica. Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Segunda edición Sevilla. AEEVH, 2014

 

Tratamiento local de las úlceras

En el abordaje de las úlceras es fundamental establecer un diagnóstico diferencial entre los distintos tipos de úlceras vasculares o de pie diabético, ya que el tratamiento local en determinadas situaciones clínicas difiere según la etiología.

Los factores implicados en la cicatrización de la herida se clasifican principalmente en cuatro grupos:

  • Factores del paciente: Estado general del individuo, patología de base o proceso que originó la lesión, antecedentes personales, alergias.
  • Factores de la herida: El aspecto de la lesión, en cuanto a tamaño, localización, signos de infección, exudado, olor, estado de la piel perilesional, tipo de tejido presente en el lecho, bordes, profundidad, edemas, dolor, productos utilizados previamente, antigüedad y evolución desde su aparición.
  • Habilidad y conocimientos del profesional sanitario: El cuidado de las heridas depende en gran medida de la observación clínica y la experiencia del profesional. Por este motivo, la buena formación y el conocimiento de los profesionales de la salud siempre serán factores imprescindibles.
  • Factores de los recursos y del tratamiento.

Desde hace algunos años se está implantando un modelo en el tratamiento de las úlceras y heridas crónicas basado en la preparación del lecho de la herida definido éste como «la gestión coordinada de una herida con el fin de acelerar los procesos endógenos o facilitar la curación y la eficacia de otras medidas terapéuticas». Con el fin de aplicar esta idea a la práctica clínica de manera efectiva, la European Wound Management Association (EWMA) recomienda el uso del acrónimo TIME para la preparación del lecho de la herida:

Time

  • T (Tissure debridement); el desbridamiento repetido del tejido no viable es fundamental en la curación de las úlceras de tipo crónico.
  • I (Inflammation and Infection control). Control de la infección y la inflamación.
  • M (Moisture balance). Es necesario asegurar un ambiente húmedo para favorecer la migración de los factores que contribuyen a la curación de la úlcera. Aquí interviene sobre todo la elección del apósito teniendo en cuenta que la úlcera no es un ente estático y, por ello, debemos adaptarnos a sus cambios.
  • E (Epithelial edge advancement), avance de los bordes de la herida y gestión del exudado.

 

Como método más efectivo para favorecer la cicatrización de las heridas es la cura en ambiente húmedo. Diversos estudios científicos constatan su beneficio en las distintas etapas del proceso de curación de las heridas, como el desbridamiento autolítico de tejido desvitalizado, estimulación de la angiogénesis, granulación y finalmente la epitelizacion. Este ambiente húmedo se produce porque se ejerce una absorción y retención del exudado que se controla entre el apósito y la lesión.
Existen multitud de apósitos de cura en ambiente húmedo que cumplen estas condiciones mencionadas anteriormente.

La Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas elaboró una guía de apósitos (CAH) para el tratamiento de dichas úlceras:

  • Si el tejido del lecho es necrótico seco, el objetivo es eliminar tejido desvitalizado (No intentar el desbridamiento si se sospecha insuficiencia vascular, mantener seco y derivar para valoración vascular). La preparación del lecho consistiría en el desbridamiento si procede. Apósitos: Hidrogel o colagenasa.
  • Si el tejido del lecho es esfacelo amarillo seco, el objetivo es eliminar tejido desvitalizado. La preparación del lecho consistiría en la limpieza, desbridamiento si procede y control de la carga bacteriana. Apósitos: Polihexanida- betaina, Hidrogel, Colagenasa, Urokinasa.
  • Si el tejido del lecho es esfacelo amarillo exudativo, el objetivo es eliminar tejido desvitalizado y control exudado. La preparación del lecho consistirá en limpieza, desbridamiento si procede, gestión del exudado, control carga bacteriana y cuidado de la piel. Apósitos: Polihexanida-betaina, Apósito absorbente (alginato/hidrofibra/espuma), productos barrera.
  • Si el tejido del lecho es granulación exudativo, el objetivo es fomentar la granulación. La preparación del lecho de la herida se basará en limpieza, gestión del exudado y cuidado de la piel. Apósitos: apósito absorbente (alginato/hidrofibra/CMC/espuma), apósito de baja adherencia (silicona).
  • Si el tejido es de epitelización, el objetivo es favorecer la epitelización y maduración de la herida. La preparación del lecho consistirá en la estimulación de los bordes. Apósitos: Hidrocoloide extrafino, apósito baja adherencia (silicona).
  • Si el tejido es de infección exudativo, el objetivo será reducir carga bacteriana. La preparación del lecho de la herida consistirá en limpieza, desbridamiento si procede, gestión del exudado, control carga bacteriana y cuidado de la piel. Apósitos: Polihexanida-betaina, apósito antimicrobiano.

Este artículo está basado en la tesina realizada por Mª Belén Cerqueira Santos para el Máster en Cuidados de Heridas Crónicas realizado en Formación Alcalá. En esta tesina también participan Isabel Fernández Cernuda y Montserrat Sánchez Suárez.

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