El dolor es una experiencia desagradable y negativa que las personas percibimos y normalmente se asocia a un daño tisular real o potencial. Se estima que en España entre el 20 y el 22% de la población sufre dolor. Los efectos de este dolor traen una pérdida en la calidad de vida, provocando sentimientos de frustración e incomprensión, además de costes importantes para el Sistema Nacional de Salud, no sólo a ámbito hospitalario y farmacéutico sino indirectamente con bajas laborales, indemnizaciones, pensiones, etc.
Sepan que también hay personas que por una deficiencia en una proteína (Nav1.7) nunca han experimentado el dolor y es está proteína el centro de este artículo ya que el científico J. Word asegura que ésta proteína es un elemento clave del dolor humano.
Un estudio reciente publicado en “Nature Comunications” indica que las personas que carecen de Nav1.7 además de no sentir dolor producen también una cantidad más elevada de péptidos opioides como endorfinas y encefalinas. El experimento se llevó a cabo aplicando Naloxona a ratas carentes de Nav1.7 que de inmediato volvieron a sentir dolor, se probó también con una mujer que nunca había sentido dolor debido a una mutación y pudo experimentar el dolor por primera vez en su vida.
Los investigadores del University College of London aseguran que éste es el camino para encontrar nuevos analgésicos y que se empezarán los ensayos con humanos en 2017. El uso de bloqueadores de Nav1.7 asociado a niveles muy bajos de opioides permitirán aliviar el dolor, eliminado la dependencia que causan los opioides y mejorando considerablemente la calidad de vida de todas las personas que padecen dolor crónico.